Imagina estar parado sobre uno de esos puentes de cristal que se han construido en China como el del parque natural de Hongyagu.
¿Qué experimentarías?
Creo que si yo tuviera la posibilidad de hacerlo lo mínimo que sentiría es inseguridad a pesar de saber que está construído con placas de cerca de 5 cm de espesor.
Hoy traigo este tema porque en ocasiones el diseño de jardines puede generar esa sensación de estar frente a un acantilado visual, es decir, que generen inseguridad espacial cognitiva en las personas.
Esta inseguridad no es necesariamente física, pero puede convertirse en tal debido al estrés y la angustia que provoca. Estos elementos pueden ser percibidos como peligrosos, amenazantes o desorientadores, alterando la percepción y la seguridad.
Entonces…
¿Cómo evitar los acantilados visuales en el paisajismo?
Aquí encuentro que el modelo de accesibilidad cognitiva diseñado por la Arquitecta Berta Brusilovsky puede sernos de mucha ayuda y espero poder adaptar bien al diseño de las áreas verdes.
Lo primero a considerar es la claridad perceptual porque los espacios deben ser percibidos de manera clara y eficiente. La ambigüedad perceptual puede ser aterradora para personas con ciertas consideraciones.
El jardín debe ser biodiverso y contemplar elementos que aporten a la variedad visual para lograr un equilibrio entre simplicidad y variedad visual en el entorno. Las personas prefieren lugares interesantes a la vista, pero sin ser confusos o desorientadores. Se debe ofrecer la oportunidad de adquirir información adicional que ayude a comprender el ambiente.
Poder recorrer o navegar el espacio sin problemas se logra mediante la incorporación de elementos de apoyo y orientación por lo que se deben colocar apoyos, marcadores y límites para que las dimensiones de los espacios no alteren la percepción y la seguridad. Es fundamental considerar que las relaciones métricas no son solo “materia física”, sino también sensorial y experimental.
A su vez con itinerarios claros que deben ser accesibles desde el punto de vista de la comprensión y seguridad de todos los usuarios. Se deben evitar las transiciones bruscas de espacios y facilitar la comprensión del entorno mediante dibujos o pictogramas que anticipen su uso o contenido cuando sea necesario.
Siempre viene bien encontrar rincones bien diseñados que puedan servir como apoyo y orientación, reduciendo el estrés.
Una iluminación adecuada es esencial para la claridad visual y la seguridad.
Sin duda que este tema da para analizar más elementos y cómo encontrar soluciones paisajísticas que reduzcan al máximo el efecto de acantilado visual, por ello te invito a que te suscribas a mi boletín semanal en el que desarrollo ampliamente cada uno de mis artículos de aquí. Semana que no estás, semana que lo pierdes y más cuando todavía es gratis.
Lo que sí voy a comentarte antes de terminar es que hay un espacio para cada persona, porque percibimos el mundo de forma diferente.
Un jardín, de forma independiente de donde se encuentre, tiene que ser amigable y “hablar” con el visitante de forma clara para evitar que el espacio sea el que discapacita debido a las barreras que colocamos en el camino.
Por lo tanto debemos de considerar en el diseño a las personas con alteraciones de la percepción, con enfermedades neurodegeneraticas, con TEA, etc.
Debemos diseñar y construir un lugar que sea accesible e inclusivo.