Mi suegro es un amante de las plantas, en especial los cactus y las crasas que multiplica para regalar o vender a sus vecinos.
Está por cumplir 90 años y eso es solo algo anecdótico porque hace una vida normal.
Un día mientras lo acompañaba a hacer algunas compras me dijo: “el suelo está muy lejos”, y de allí el título de hoy.
Hablamos de los tropiezos y caídas al caminar, de levantar las plantas y herramientas que aterrizaban en el suelo mientras trabajaba, y de otros temas relacionados con la falta de movilidad de sus rodillas junto con la fuerza de las piernas que también ha disminuido.
Así como lo es para él, para muchas personas mayores la jardinería puede ser una actividad gratificante que ofrece ejercicio físico, contacto con la naturaleza y una sensación de logro. Sin embargo, para aquellos con movilidad reducida, las tareas de jardinería tradicionales pueden ser difíciles o incluso imposibles.
El suelo está demasiado lejos, las herramientas son demasiado pesadas y las posiciones incómodas pueden causar dolor o lesiones.
Entonces, para muchos adultos mayores, la jardinería se convierte en una actividad inaccesible debido a la dificultad que implica agacharse, arrodillarse o inclinarse para trabajar en el suelo.
Sin embargo, es importante recordar que la accesibilidad no se trata de limitaciones, sino de oportunidades. Con un poco de creatividad y adaptación, podemos transformar la jardinería en una experiencia inclusiva y beneficiosa para todos.
Para el caso de mi suegro, colocar mesas de trabajo le permite hacer sus tareas multiplicación de plantas de pie.
Afortunadamente, existen muchas maneras de adaptar la jardinería para que sea accesible para personas de todas las edades y habilidades. Con un poco de creatividad y planificación, podemos crear espacios de jardinería que sean inclusivos, seguros y agradables para todos.
Te comparto algunas recomendaciones y medidas que pueden variar por múltiples factores así que considéralas como orientativas.
- Caminos accesibles: Los caminos que rodean los canteros deben ser firmes, nivelados y tener un ancho mínimo de 120 cm para permitir el paso de una silla de ruedas o andador. Es importante evitar obstáculos como piedras o raíces.
- Sombreado: La sombra es esencial para protegerse del sol, especialmente en los días más calurosos. Se pueden instalar sombrillas, pérgolas o árboles que brinden sombra natural.
- Canteros elevados: Los canteros elevados son una excelente opción para personas que tienen dificultades para agacharse o arrodillarse. La altura ideal de un cantero elevado es de entre 70 y 90 cm, lo que permite a los jardineros trabajar de pie sin tener que inclinarse. El ancho del cantero debe ser de no más de 120 cm para que las personas puedan alcanzar fácilmente todas las plantas solamente rodeando el mismo.
- Mesas de cultivo: Similares a los canteros elevados, pero con una superficie plana en lugar de un contenedor de tierra. Ideales para cultivar plantas en macetas o recipientes. La altura recomendada es de 75 a 90 cm, y el ancho de hasta de 60 cm. para no tener que rodearlo, y de hasta 120 cm para acceder desde dos de sus caras a la totalidad de su superficie. Estas mesas pueden estar provistas de un borde elevado para evitar que las herramientas o macetas se deslicen accidentalmente. Pueden estar construidas con materiales livianos, contar con ruedas para su desplazamiento e incluso contar con sistemas que permitan regular su altura.
- Jardinería vertical: La jardinería vertical es una forma de cultivar plantas en paredes, cercas u otras superficies verticales. Esta es una excelente opción para personas que tienen espacio limitado o que no pueden agacharse o arrodillarse. Hay muchos sistemas diferentes de jardinería vertical disponibles, desde simples estantes, macetas o contenedores colgados a diferentes alturas, hasta estructuras más elaboradas propias de los jardines verticales ornamentales.
- Mobiliario adaptado: Utilizar sillas de jardín elevadas, bancos ajustables o taburetes ergonómicos para proporcionar apoyo y comodidad durante las tareas de jardinería.
- Herramientas adaptadas: Existen muchas herramientas adaptadas que pueden hacer que la jardinería sea más fácil para las personas con movilidad reducida. Algunas de estas herramientas incluyen:
- Mangos largos y ergonómicos para herramientas de mano
- Herramientas de agarre que ayudan a las personas con manos débiles o doloridas a sujetar las herramientas
- Herramientas motorizadas (eléctricas o a batería) que reducen el esfuerzo físico requerido como por ejemplo para podar.
- Herramientas con ruedas que facilitan el transporte de equipos pesados
Y no puedo dejar de remarcar que la jardinería adaptada ofrece muchos beneficios para las personas mayores, que incluyen:
- Mejora del estado físico: La jardinería es una excelente manera de hacer ejercicio y mantenerse activo. Las tareas de jardinería pueden ayudar a mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio.
- Salud mental: La jardinería puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. También puede mejorar el estado de ánimo y la autoestima.
- Conexión social: La jardinería puede ser una actividad social gratificante. Las personas mayores pueden participar en clubes de jardinería o trabajar como voluntarios en jardines comunitarios.
- Sentido de propósito: La jardinería puede brindar a las personas mayores un sentido de propósito y logro. Cuidar las plantas y verlas crecer puede ser una experiencia muy gratificante.
En definitiva, adaptar la jardinería tanto para adultos mayores como para personas con diversidad funcional no solo es posible, sino que también es una necesidad para garantizar la inclusión y el acceso a los múltiples beneficios que esta actividad ofrece.
Ten la plena confianza que, con un poco de planificación, creatividad y la implementación de las estrategias y ayudas técnicas adecuadas, se puede transformar la jardinería en una experiencia gratificante y accesible para todos.