La semana pasada hablamos del olor verde, te comenté sobre el aroma del césped recién cortado y del que desprende la tierra mojada.
Este último recibe el nombre de geosmia, hoy veremos qué lo produce y cómo recurrir a él junto a sus beneficios incorporándolos en el jardín.
La geosmina es un compuesto orgánico producido principalmente por la bacteria Streptomyces coelicolor, algunos hongos y cianobacterias que se encuentran en el suelo, y es responsable del característico olor a tierra húmeda que se percibe después de la lluvia o cuando se remueve un suelo húmedo con mucha materia orgánica.
Si no estas atravesando por una condición de anosmia, es decir una pérdida del olfato como con el Covid-19, tendrás presente el aroma y lo que despierta en ti.
Con ello podrás afirmar conmigo que este aroma tiene un impacto significativo en la experiencia sensorial de los jardines. Un efecto profundo y calmante en muchas personas, evocando recuerdos agradables de contacto con la naturaleza, lo cual es muy valioso en el diseño de jardines sanadores y terapéuticos.
Es posible que ahora te estés preguntando cómo propiciar la generación de este compuesto orgánico en el momento que desees, así que vamos con ello.
Para utilizar geosmina a nuestro favor en jardines sanadores, se pueden considerar las siguientes estrategias:
- Selección de Plantas: Este es el apartado más difícil de llevar a cabo si se desea incluir especies vegetales que produzcan geosmina porque lo hacen las flores de algunos cactus y de flores amazónicas. Por lo que nos queda como alternativa trabajar con el olor verde y jardines aromáticos.
- Diseño del Espacio: Tal vez te resulte más fácil implementar aquí la estrategia creando áreas donde el olor a tierra húmeda sea más intenso, como cerca de fuentes de agua. Crear áreas en el jardín donde la tierra esté libre y suelta, lo que facilita que el olor se disperse con facilidad.
- Regado planificado: Utilizar sistemas de riego que humedezcan ciertas áreas en momentos estratégicos, como antes de actividades programadas, para que los visitantes perciban el olor a tierra fresca.
- Actividades Sensoriales: Incorporar actividades que permitan a los pacientes interactuar con el suelo y las plantas puede ayudar a intensificar la experiencia sensorial relacionada con la geosmina.
- Senderos y bancos cercanos al suelo: Incorporar bancos o áreas de descanso en zonas donde el aroma de la tierra sea más perceptible, como junto a jardines de hierbas o áreas donde se siembre directamente en el suelo. Para lograrlo podemos aplicar muchas estrategias de diseño en las que no profundizaré ahora.
- Actividades de siembra y cultivo: Integrar actividades de jardinería que involucren el trabajo directo con el suelo, fomentando el contacto con la tierra y, por ende, la percepción de la geosmia. Las prácticas coordinadas por un terapista especializado podrán no solo sacar provecho de este aroma sino de todas las otras herramientas que tiene a su alcance en un jardín y huerto.
¿Cómo influye la geosmina en nosotros?
Hay más cosas aparte de las tres que enumeraré, y lo dejaré ahí porque quiero que analices también la dimensión de todos los aspectos beneficiosos que un jardín bien planificado y mantenido tiene.
Podemos hablar de colores, texturas, aromas, etc. tanto de las plantas como la de los materiales. De cómo se conectan con nuestros sentidos e interactúan con las diferentes estructuras del cerebro.
Lo importante es que siempre el espacio sea accesible (física, sensorial y cognitivamente) y que promueva, dentro lo posible, la autonomía de sus visitantes.
Comencemos con los tres aspectos:
- Estimulación sensorial y evocación de recuerdos: La geosmia es poderosa en la evocación de recuerdos de conexión con la naturaleza. Esto es particularmente útil en jardines para personas mayores, especialmente aquellas con demencia o Alzheimer, ya que el olor de la tierra puede activar memorias de la infancia o de actividades al aire libre.
- Efecto calmante: Está comprobado que el aroma de la geosmina ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Integrar elementos que potencien este olor, como áreas con suelo húmedo o zonas de plantación donde los visitantes puedan trabajar la tierra, puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad.
- Refuerzo de la conexión con el ciclo natural: Incorporar en el diseño zonas donde se perciba la geosmia tras la lluvia puede reforzar la percepción de los ciclos naturales. Esta conexión con la naturaleza tiene un efecto positivo en la salud mental, promoviendo una sensación de pertenencia y continuidad.
Para cerrar este recorrido por el mundo de la geosmia y su aplicación en jardines sanadores, es importante recordar que el poder de la naturaleza va más allá de lo visual. Los aromas, como el característico olor a tierra húmeda, pueden evocar recuerdos, generar calma y reforzar nuestra conexión con el entorno.
Te invito a reflexionar sobre cómo puedes incorporar la geosmia en tus propios proyectos de jardinería. ¿Qué sensaciones deseas despertar en quienes visitan tu jardín?
Recuerda que cada detalle cuenta y puede marcar una gran diferencia en la experiencia de quienes lo disfrutan.
Si quieres profundizar más en este tema o necesitas asesoría para implementar estas ideas en tu jardín, no dudes en hacerme llegar tu consulta. Además estoy trabajando en una Newsletter de pago en la que profundizaré en cada uno de los tema que publico aquí semana a semana.
En Jardines Inclusivos estamos para ayudarte a crear espacios que no solo embellezcan, sino que también sanen. ¡Contáctanos y hagamos realidad ese jardín terapéutico que tanto anhelas!