Un jardín no es solo un conjunto de plantas, pero eso ya lo sabes.
En esa composición armónica de elementos como las ondulaciones del terreno, las distintas capas de texturas y colores que aportan las plantas, y aquellos elementos invisibles como los aromas o estímulos sensoriales como el borboteo del agua y el canto de las aves, podemos definir y evaluar cuánto un espacio nos invita a la contemplación, a la vez que nos beneficiamos física y cognitivamente de ese acto.
En mi trabajo, el Modelo Contemplativo del Paisaje (CLM), desarrollado por la Dra. Agnieszka Olszewska-Guizzo , es fundamental para transformar espacios urbanos en entornos de sanación. Se aplica para co-diseñar un jardín salutogénico (un espacio enfocado en generar salud).
¿Qué hace que un jardín sea “sanador”?
El CLM identifica 7 componentes clave, como la biodiversidad, las capas visuales del paisaje y la sensación de paz y que tienes definidos en el correo electrónico que recibiste en la mañana.
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Continuando…
Al integrarlos, logramos:
- Reducción del estrés: Las ondas cerebrales asociadas a la relajación (Alfa) aumentaron significativamente.
- Mindfulness espontáneo: Las oscilaciones Theta, vinculadas a la atención plena, se activaron con solo contemplar el entorno.
- Emociones positivas: Los participantes reportaron mayor alegría y energía, respaldado por datos neurofisiológicos.
Como lo digo también en mi libro, esto va mucho más allá de la estética. Es ciencia aplicada al diseño. Combinamos el CLM con principios de neuropaisajismo y biofilia para crear, por ejemplo:
Senderos curvos que invitan a explorar y despiertan la curiosidad, zonas de biodiversidad con plantas nativas que estimulan nuestros sentidos, espacios de silencio estratégico que nos aíslan del ruido y favorecen la introspección.
El CLM permite diseñar jardines y parques no solo bellos, sino científicamente optimizados para la salud mental. Su aplicación es especialmente relevante en contextos vulnerables, como residencias de adultos mayores, hospitales o centros de rehabilitación, donde el entorno puede ser un verdadero “medicamento verde”.
Si deseas profundizar en este tema te invito a leer el libro Neuroscience for Designing Green Spaces: Contemplative Landscapes que encuentras disponible en Amazon.
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