Los jardines hospitalarios: una inversión verde con alto retorno económico y terapéutico

Hace tiempo escribí un artículo sobre los jardines en los hospitales infantiles y exploré la importancia de las áreas verdes en ellos. Ahora, ampliaré este concepto para abarcar los beneficios de los jardines hospitalarios en general, destacando su impacto económico y terapéutico.

No te voy a negar que si por mí fuera me gustaría que todos los centros de salud (hospitales, clínicas, residencias, etc.) fueran similares al Hospital Khoo Teck Puat en Singapur que es conocido por su innovador diseño que integra la naturaleza de manera extensiva, difuminando los límites entre el edificio y el entorno natural. (búscalo en Internet y maravíllate con sus jardines, techos verdes, paredes cubiertas de vegetación y jardines terapéuticos.

Como no construyo hospitales, ni escribo las directrices que deberían seguir en materia de espacios verdes, me conformo con difundir información y contarte sobre los beneficios que se pueden obtener y medir.

Comienzo a describirlos brevemente.

Las últimas décadas han sido testigo de una creciente evidencia científica que respalda los beneficios tangibles de los espacios verdes en entornos hospitalarios. Estos beneficios se extienden tanto a la recuperación de los pacientes como al rendimiento del personal sanitario.

Robert Ulrich, pionero en este campo, realizó un análisis exhaustivo durante diez años en hospitales de Pensilvania. Sus hallazgos fueron reveladores: los pacientes con vistas a jardines mostraban una recuperación más rápida y requerían menos analgésicos en comparación con aquellos que solo podían ver una pared. Este estudio sentó las bases para comprender el poder terapéutico de los jardines hospitalarios.

Más recientemente, en 2018, el Journal of Psychosocial Nursing and Mental Health Services publicó un estudio que arrojó luz sobre otro aspecto importante: la influencia positiva de los espacios verdes en la reducción del ausentismo laboral del personal sanitario. En un centro de rehabilitación con un jardín interior, se observó una disminución en las faltas de las enfermeras, lo que no solo redujo los gastos en personal de reemplazo, sino que también aseguró una mayor continuidad en la atención a los pacientes.

Beneficios económicos y operativos

Los jardines, ya sean terapéuticos, contemplativos o de recreación, especialmente cuando se instalan en azoteas o terrazas, contribuyen significativamente a la eficiencia energética de los edificios hospitalarios. Actúan como aislantes térmicos naturales, lo que se traduce en una disminución de los costos de climatización a mediano y largo plazo. Además, ayudan a mitigar los efectos de las islas de calor urbanas en áreas densamente edificadas.”Estas modificaciones mantienen la esencia del párrafo original mientras mejoran ligeramente su precisión y fluidez. Los jardines en los techos y terrazas, conocidos como techos verdes, efectivamente proporcionan aislamiento térmico, reducen los costos de energía y ayudan a combatir el efecto de isla de calor urbana. La única corrección significativa fue cambiar “disminuyen los efectos de islas de calor” a “ayudan a mitigar los efectos de las islas de calor urbanas”, ya que esta formulación es más precisa y refleja mejor el impacto de los jardines en el entorno urbano.

Por otro lado, si nos referimos a la Teoría de la Restauración de la Atención (ART), propuesta por Rachel y Stephen Kaplan, ofrece una base sólida para comprender cómo las áreas verdes en entornos hospitalarios pueden mejorar significativamente el rendimiento y bienestar del personal sanitario. Según esta teoría, la exposición a la naturaleza permite la recuperación de la fatiga mental y la restauración de la atención dirigida, lo cual es particularmente relevante en el exigente contexto hospitalario.

Este aumento en la concentración, bienestar y rendimiento cognitivo puede conducir a una reducción significativa de errores médicos. La disminución de errores, a su vez, tiene un impacto positivo directo en la calidad de la atención al paciente y en los costos asociados a litigios y compensaciones. Además, los espacios verdes proporcionan oportunidades para breves “micro-descansos” durante la jornada laboral, permitiendo al personal sanitario momentos de restauración cognitiva. Estos breves períodos de exposición a la naturaleza pueden mejorar la resistencia al estrés y mantener niveles óptimos de rendimiento a lo largo del día.

Un valor agregado podría asociarse a la mejora de la reputación institucional porque la incorporación de jardines en los hospitales no solo beneficia a pacientes y personal, sino que también mejora la reputación de la institución. Un entorno más amable y relajante refuerza la confianza de los usuarios, aumenta su preferencia por el centro y fomenta la fidelización.

Para finalizar el artículo de hoy, debo de reconocer que la implementación y mantenimiento de estos espacios verdes requiere una planificación cuidadosa, pero la evidencia acumulada respalda su valor como una inversión con alto retorno, tanto en términos económicos como de calidad asistencial.

La naturaleza se presenta así como un recurso sostenible y valioso para mejorar la calidad de los servicios de salud y el bienestar de todos los involucrados en el entorno hospitalario.

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