¿Puedes ir del punto “a” al “b”?

¿Es ésa la única pregunta que nos debemos hacer al diseñar un jardín, plaza o parque?

Lamentablemente, a menudo observo que las áreas verdes en nuestras ciudades no están diseñadas para ser disfrutadas por todos. Las barreras físicas y actitudinales excluyen a personas con discapacidad, adultos mayores, niños pequeños y, en general, a cualquier persona que se mueva o perciba el mundo de manera diferente.

Entonces…

Cierro mis ojos e imagino un parque. No uno cualquiera, sino uno en donde cada paso despierta una experiencia única. El canto de los pájaros mece mi alma, el aroma a tierra mojada me transporta a recuerdos de infancia, la textura suave de las hojas bajo mis dedos me conecta con la naturaleza.

Lamentablemente, la realidad de muchos parques y plazas dista mucho de este sueño. Diseños enfocados únicamente en la cadena de accesibilidad olvidan que la verdadera inclusión va más allá de rampas y superficies niveladas.

Debemos ir más allá de la accesibilidad física.

Si bien la eliminación de barreras arquitectónicas es fundamental, la verdadera inclusión va más allá. Se trata de crear espacios verdes sensorialmente ricos y accesibles para todos, donde cada persona pueda experimentar, interactuar y disfrutar de la naturaleza en igualdad de condiciones.

Desde mi experiencia profesional, te invito a repensar el diseño de nuestras áreas verdes. Dejemos de lado la simple accesibilidad y abracemos la inclusión.

Un espacio verde inclusivo es aquel que:

  • Elimina barreras físicas: Rampas suaves, superficies niveladas, baños accesibles, señalización clara y mobiliario inclusivo son solo algunos ejemplos.
  • Considera las necesidades sensoriales: Diversidad de texturas en los senderos y áreas de descanso, aromas agradables de flores y plantas aromáticas, sonidos relajantes de fuentes de agua y espacios tranquilos para personas con sensibilidad sensorial.
  • Fomenta la interacción social: Juegos inclusivos para niños de todas las habilidades, zonas de descanso y encuentro con mobiliario diverso, eventos comunitarios y actividades para todas las edades.
  • Promueve la educación ambiental: Talleres de jardinería, cartelería informativa sobre la flora y fauna local, experiencias de contacto directo con la naturaleza y promoción de prácticas sostenibles.

Al crear espacios verdes inclusivos, no solo estamos garantizando el derecho de todas las personas al disfrute de la naturaleza, sino que también estamos construyendo comunidades más justas, equitativas y resilientes. Un futuro donde la naturaleza sea un espacio de encuentro, bienestar y aprendizaje para todos.

Datos que fundamentan la importancia de los espacios verdes inclusivos:

  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 7 personas en el mundo tiene algún tipo de discapacidad.
  • En América Latina, se estima que hay más de 100 millones de personas con discapacidad.
  • En Argentina, el 10,3% de la población (alrededor de 4,6 millones de personas) tiene discapacidad, según el Censo Nacional de Población y Viviendas 2020.
  • Los estudios demuestran que el contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en la salud física y mental de las personas, incluyendo la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, la mejora del estado de ánimo y la calidad del sueño, y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
  • La jardinería terapéutica, en particular, ha demostrado ser una herramienta eficaz para la rehabilitación física y cognitiva, el desarrollo de habilidades sociales y la mejora de la autoestima en personas con diversas condiciones, como discapacidad física o intelectual, enfermedades crónicas y trastornos del estado de ánimo.

Mi enfoque al diseñar espacios verdes inclusivos, que tal vez se podrían decir holísticos (una palabra de moda) se basa en los siguientes principios:

  • Accesibilidad universal: Rampas suaves, superficies niveladas, baños accesibles, señalización clara y mobiliario inclusivo son esenciales para garantizar el acceso físico de todas las personas.
  • Diversidad sensorial: Incorporar una variedad de texturas, aromas y sonidos agradables, así como espacios tranquilos y áreas de sombra, permite que personas con sensibilidad sensorial también puedan disfrutar del espacio.
  • Interacción social: Juegos inclusivos, zonas de descanso y encuentro, eventos comunitarios y actividades para todas las edades fomentan la interacción social y el sentido de comunidad.
  • Educación ambiental: Talleres, cartelería informativa y experiencias que fomenten la conexión con la naturaleza y el cuidado del medio ambiente son fundamentales para crear conciencia ambiental.

Jardines que abrazan la diversidad:

¡Cómo me gusta esa frase!

Abrazar la diversidad y crear espacios que sean disfrutados por todos, independiente de las capacidades físicas, intelectuales o sensoriales.

  • Texturas para el tacto: Caminos de diferentes materiales, flores con pétalos de distintas texturas, cortezas rugosas y lisas, elementos que inviten a la exploración táctil.
  • Aromas para el olfato: Un jardín de hierbas aromáticas, flores con fragancias intensas, zonas con árboles que liberan aceites esenciales, creando una atmósfera estimulante y relajante.
  • Sonidos para el oído: El canto de los pájaros, el susurro del viento entre las hojas, el sonido del agua en una fuente, creando una sinfonía natural que calme la mente y el espíritu.
  • Colores para la vista: Un caleidoscopio de flores vibrantes, follaje verde intenso, juegos de luces y sombras, creando un espectáculo visual que inspire y eleve el ánimo.

La naturaleza es una maestra inigualable. Nos enseña sobre la armonía, la diversidad y la resiliencia. Al integrarla en el diseño, no solo creamos espacios verdes, sino que también promovemos el bienestar físico, mental y emocional de las personas.

Es hora de transformar nuestros parques y plazas en oasis sensoriales que sean accesibles para todos.

Sé que suena descabellado soñar con áreas verdes que abrazan las diversidades en todas las ciudades del mundo.

Y digo ello basándome en la frase del dibujante mexicano Humberto Ramos: “por los sueños se suspira, por las metas se trabaja”.

Juntos podemos fijar dichas metas y empezar a recorrer con nuestro trabajo el camino de quienes han marcado el rumbo aportando nuestro grano de arena por un mundo mejor.

Recuerda: #EspaciosVerdesInclusivos #DisfruteParaTodos #Accesibiliad #NaturalezaSinBarreras #Inclusión #AccesibilidadUniversal #JardineríaTerapéutica #ÁreasVerdes #ParquesInclusivos #JardinesInclusivos

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