Zonas de descanso en las áreas verdes inclusivas

Cuando pensé en el tema de este artículo se vinieron mi mente las plazas y parques que tengo cerca de donde vivo y en plena ciudad.

Allí, ubicadas en el corazón de nuestras comunidades, las áreas verdes sirven como oasis urbanos donde todos deberían encontrar un momento de paz, conexión y disfrute.

En lo personal, me encanta sentarme en un banco a la sombra de una morera en pleno verano, o disfrutar del tibio sol del invierno mientras comparto una charla y escucho el canto de las aves que encuentran en ese lugar alimento y refugio.

En la búsqueda de un diseño verdaderamente inclusivo, las áreas de descanso no son simplemente añadidos; son elementos fundamentales que invitan a la inclusión y la accesibilidad, asegurando que personas de todas las edades, habilidades y capacidades se sientan bienvenidas y puedan disfrutar por igual de la belleza de nuestro entorno natural y urbano.

Me encanta decir que las áreas verdes bien diseñadas “abrazan las diversidades”, porque permiten interactuar con el entorno y fundirse en él.

Como bien sabes una planta no juzga, no discrimina. Una flor regala sus colores y perfumes a quienes saben apreciarlas y se detienen en su vorágine diaria a disfrutarlas.

Y para lograr esa pausa necesaria las áreas de descanso son fundamentales, porque nos invitan a hacer un “alto ahí” como ese juego de la niñez.

Un banco cómodo y bien ubicado es un llamado difícil de resistir, ¿verdad?

Ahora me pondré un poco técnico comentando algunos de los aspectos a considerar en el diseño de estas zonas de descanso o estancia, por si te ves en la necesidad de contar con algunos datos de referencia.

La creación de zonas de estancia accesibles permite a los usuarios y sus acompañantes descansar y reponerse. Es crucial disponer de medidas de control climático como sombra, sol y protección contra el viento, especialmente durante los meses más desfavorables, para asegurar una estancia cómoda y placentera.

De acuerdo con las regulaciones actuales, se deben establecer áreas de descanso cada 50 metros a lo largo de los Itinerarios Peatonales Accesibles, pero si las encuentras a distancias más cortas será mejor.

El estudio de la población entorno a una plaza o parque ayudará a determinar si se requieren más o menos lugares de descanso o las características que deben reunir.

Mobiliario y Accesorios Adaptados

El mobiliario urbano, como bancos, papeleras, fuentes de agua potable y aseos, debe ser accesible y seguro para todos. Los elementos deben evitar salientes, huecos, cantos vivos y superficies que puedan deslumbrar, garantizando la seguridad y comodidad de los usuarios.

Veamos algunas características:

  • Bancos

Los bancos deben tener un diseño ergonómico, con asientos de una altura y profundidad entre 40 y 45 cm, y contar con reposabrazos y respaldos de al menos 45 cm de altura. Cada grupo de bancos debe incluir al menos uno accesible, facilitando el descanso para personas con movilidad reducida. También deben contemplar el espacio para que una persona en silla de ruedas pueda sentarse a la par del banco y compartir el momento.

  • Mesas de Estancia

Las mesas deben ofrecer un plano de trabajo con una anchura mínima de 80 cm y una altura máxima de 85 cm. Es importante que al menos un lado de la mesa tenga un espacio libre inferior para facilitar el acceso en silla de ruedas.

  • Fuentes de Agua Potable

Las fuentes deben estar diseñadas para ser fácilmente accesibles, con bebederos situados a una altura de entre 80 y 90 cm y mecanismos de accionamiento que puedan operarse con el puño o el codo sin esfuerzo. Hay modelos de doble altura que permite a niños y a personas con movilidad reducida hidratarse.

  • Papeleras o cestos de residuos

Las papeleras deben estar situadas de manera que sean accesibles desde los caminos sin obstruir la circulación, con la parte inferior de la boca de apertura situada entre 70 y 90 cm de altura, y en caso de tener mecanismo de apertura, este debe ser de fácil manejo y estar situado a una altura comprendida entre 70 y 110 cm.

Elementos de Control Climático

Al comienzo te contaba sobre el sentarse debajo de una sombra en verano, y es precisamente para resaltar la importancia de proteger a los usuarios de la sobreexposición a la radiación ultravioleta.

Esto sugiere la necesidad de organizar las áreas de juego y descanso de manera que se disponga de zonas de sombra instalando pérgolas, sombrillas de gran tamaño o árboles que puedan proporcionar refugio contra el sol, mejorando así la experiencia de los usuarios en los días más calurosos.

  • El agua

Al vivir en una ciudad que valora y hace tributo a este recurso tan valioso, no puedo dejarlo de lado como un elemento que actúa como buffer en la regulación de las temperaturas, la creación de microclimas y la humidificación del aire. Eso sí, el diseño debe de ser sostenible integrando en la medida de lo posible sistemas de recogida y reciclaje del agua de lluvia, por citar algún ejemplo.

  • Las infaltables plantas

La selección y colocación de vegetación son aspectos cruciales para asegurar una estancia placentera. Se pueden colocar árboles con follaje perenne que brinden sombra todo el año en algunas áreas, en otras podemos optar por el follaje caduco y así disfrutar del sol en invierno.

Los árboles, arbustos y plantas ornamentales deben ser colocados de tal manera que no obstruyan el paso ni la visión de los usuarios. Además de contribuir al control climático, la vegetación puede mejorar la calidad del aire y ofrecer un entorno más relajante y apto para personas que desean escapar de la contaminación acústica.

Con esto termino, por hoy, con este apartado que da para escribir mucho, espero que sea de utilidad para difundir y crear un pequeño punto de partida para crear áreas verdes accesibles, inclusivas y sostenibles.

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